Javier Moya y «Cecilia» actuaron ayer en el Patio del Hospital de la Piedad ante más de cien aficionados a la música. Javier es el guitarrista, «Cecilia» la guitarra y el centenar de asistentes turistas de paso por la ciudad y vecinos de Benavente.

El artista comenzó la actuación con tres obras clásicas, siguió con lo que él denomina «la parte más personal», luego deleitó a los oyentes con canciones populares y finalizó con dos bandas sonoras de conocidas películas. En total casi veinte piezas, la mayoría conocidas, que arrancaron amplias ovaciones durante la hora de concierto de guitarra clásica de Moya.

Se inició en el mundo de la música a los 8 años, empezó a estudiar guitarra a los 15 y lleva 20 a nivel profesional viviendo de la música. Combina sus conciertos con la composición, las clases de maestro y la musicoterapia en una prisión.

Horas antes de su actuación confesaba que «para que el público disfrute, tengo que hacerlo yo primero. Así les transmito lo que siento». Define la música como «un elemento que se desarrolla el espíritu, las emociones, el alma, es antidepresivo, da mucha vida a cualquier persona y lo que hace es enriquecerla». Y esta pasión por las notas musicales se nota en sus conciertos.

Ha compuesto canciones y acompañado en directo a la compañía de danza de T. Aparisi, junto a la que consiguió el Premio MAX de Artes Escénicas en 2007 y tuvo el privilegio de ser el primer guitarrista en interpretar «Torija», de la serie «Castillo de España» en la misma localidad que usó para escribir su obra el compositor Moreno Torroba.

Es la segunda vez que viene a Benavente y afirma entre risas que «amenaza con repetir». Seguro que muchos, después del concierto, ya están haciendo la cuenta atrás.