La localidad de Valer de Aliste se vistió el sábado con sus mejores galas para celebrar el día grande de sus fiestas patronales en honor a Santa Eulalía de Mérida. La orquesta «Solera» fue la encargada de abrir con sus música los actos festivos de la mañana con un pasacalles tradicional. A las 13.00 horas la patrona Santa Eulalía, llevada por los mozos, salía en una multitudinaria procesión por las principales calles y plazas del pueblo acompañada de música y cantos. Acto seguido tenía lugar la Santa Misa, oficiada por el párroco Fernando Lorenzo Martín y varios sacerdotes más.

Al finalizar los actos religiosos la Plaza Mayor acogía una convidada popular a limonada y dulces, cultivando la hermandad y la convivencia. Antaño a esa hora tenía lugar una de las grandes y ancestrales tradiciones de los festejos: los vecinos acompañaban al alcalde, a los concejales, al mayordomo de la iglesia y al cura hasta sus casas donde las autoridades civiles y eclesiásticas les agasajaban con una invitación a licores y dulces. Por desgracia, esta tradición, uno de los grandes atractivos de las fiestas, dejó de celebrarse un año y no se ha vuelto a recuperar.

La tarde estuvo dedicada a los más pequeños con el desarrollo de numerosos juegos par el disfrute de los más pequeños: karts, fiesta de la espuma e hinchables. Una de las grandes novedades de este año ha sido la abundante presencia de niños y niñas de hasta 12 años, los cuales han contribuido a dar alegría y vida al pueblo durante el mes de agosto y como no a los festejos.

Una sesión de bailes clásicos con la orquesta solera permitía a las personas mayores disfrutar de los pasodobles y los bailes de siempre. El comienzo de las verbenas a intempestivas horas, por arriba de la una de la madrugada, ha despertado este verano numerosas quejas en los pueblos. Aprovechando los bailes de tarde los presentes fueron agasajados con hornazos típicos alistanos acompañados de buena sangría y de productos típicos de la tierra.

La verbena nocturna, como suele ser habitual cada año muy concurrida, estuvo amenizada por el grupo atracción asturiano «Assia» que hizo vibrar a los jóvenes y también a quienes ya no los son tanto. El viernes los bailes nocturnos contaron con la música del grupo zamorano «La Señal». Ayer hubo una misa y por la tarde y noche la orquesta «Solera» fue la encargada de poner la música para el disfrute.