El Centro Cultural Soledad González acoge en su primera planta el tradicional belén, que este año ha supuesto para la Concejalía de Cultura un ahorro de 1.500 euros. Junto a él, como elemento novedoso, hay un ramo leonés.

Se trata de un armazón de madera con forma triangular compuesto por doce velas que simbolizan los meses del año. De él cuelgan lazos azul marino e hilos de lana que sostienen rosquillas, caramelos y manzanas. Estos dulces y frutas tienen un sentido en modo de ofrenda.

Este objeto se apoya en una vara de madera vertical sobre una peana que le sirve de soporte. A sus pies suele haber «una cesta de ofrenda, comúnmente castañas y nueces», reza el cartel explicativo al lado de, precisamente, una cesta de nueces.

El ramo leonés ha sido cedido por Pedro Francisco García García y se expone en Benavente por primera vez junto al belén tradicional.

Según indica la página web ramoleones.es «el ramo leonés es el adorno navideño que existió en casi todas las casas hasta la introducción de la costumbre del abeto o pino de navidad. Su implantación sale hoy día de las fronteras de la provincia de León», llegando a Benavente.

Este artilugio procede de la época precristiana, en la que el ramo es un culto a la fertilidad y un carácter de preludio en la primavera. Es, por tanto, un símbolo pagano que fue asimilado por la Iglesia a través de las pastoradas, que son los pequeños autos de Navidad que se celebraban en los atrios de las iglesias de las provincias de León, Zamora y Asturias.

La tradición estuvo a punto de perderse en el siglo XX y recientemente se está reavivando en municipios como Benavente.