La localidad de Camarzana de Tera se hizo música, se hizo artesana, en la jornada del domingo. Durante todo el día el edificio social y sus inmediaciones envolvieron a esta localidad con una profusión de eventos musicales y oficios artesanos en los que el sabor a la tradición constituyeron el eje central. Bajo la temática de los instrumentos musicales, el colectivo de artesanos RegalArte organizaba una vez más en el edificio del Auditorio, en colaboración con el Ayuntamiento, esta jornada mensual de galeristas en la que los sonidos musicales y los diversos talleres formaron una mixtura de color y de sabor a la artesanía.

Por este espacio, tanto en su interior de la galería como en el auditorio desfilaba numeroso público, muchas de estos asistentes llegados de localidades próximas aprovechando la festividad de la Pascua con un incremento de vecinos en los pueblos. Precisamente el recinto del edificio del Auditorio y su plaza recibían los elogios de no pocos asistentes como espacio temático para este tipo de eventos. Una circunstancia corroborada ayer por el propio coordinador de RegalArte, Alfredo Fernández Romero, expresando la buena acústica para las actuaciones musicales, como el espacio en si para la apuesta permanente de la muestra de piezas, talleres y oficios artesanos. "Las actuaciones musicales han supuesto un atractivo para que la gente acudiera al espacio de la galería de artesanía y oficios", apuntaba ayer Fernández sin olvidarse del elogio hecho por los propios artesanos y miembros de los grupos musicales.

RegalArte que viene organizando cada segundo domingo del mes esta galería en Camarzana de Tera, aprovechó el revulsivo de las fechas de Semana Santa para organizar la cita en la jornada de este domingo, logrando cosechar un notable éxito de público.

En Camarzana se daba cita una nutrida representación de artesanos mostrando su buen hacer a todos los visitantes que se acercaban a cada espacio en una cuidada organización en la que no faltaron talleres infantiles de jabones, juegos de equilibrio corporal o una subasta de caprichos de la villa romana de Orpheus.

Los amantes de la música tradicional recibieron una torbellino de sensaciones con la presencia del artesano y constructor de rabeles a cargo del investigador José Luis Reñón o del constructor y restaurador, lutier de guitarras, José Manuel Bonilla. El director y músico del aula de música de la villa leonesa de Velilla de la Reina, Miguel Ángel Badeso, ofrecía un recital de Rabel. El constructor y músico de dulzaina castellana, Miguel Blanco, también hacía lo suyo con su taller; o la costrucción de palletas, (boquillas que provocan el sonido en las dulzainas o gaitas) a cargo de Amado Domingo (Cubero).

El broche musical lo ponían las actuaciones del grupo "Atrapallada" de Puebla de Sanabria, la banda de gaitas y tambores "As Portelas" de la escuela de folclore Lubián y los dulzaineros de la localidad leonesa de Castrocalbón.