Un clip filtrado en Internet nos muestra cómo hubiera sido Deadpool, la película sobre el mutante de Marvel que nunca llegó a ver la luz y que iba a estar protagonizada por Ryan Reynolds.

En una azotea y cantando se nos presenta el personaje que, ni corto ni perezoso, se dirige directamente al público para hablar de su vestimenta. "¿Por qué un traje rojo? Porque así los malos no me ven sangrar", comenta con la voz de Ryan Reynolds, quien colaboró además con la captura de movimiento del antihéroe.

Un humor muy típico de sus tebeos, donde tampoco cesa en repartir tortas a diestro y siniestro, como hace con varios esbirros cuando rompe la capota de su coche. "¡Hola, soy Piscina de la Muerte!", dice en perfecto español, una traducción literal de su nombre.

Con un absurdo "No hay forma fácil de decíroslo, estoy embarazado", los esbirros se cansan de la tontería y comienzan un duro combate contra el mutante, que acaba por conseguir que el coche se vuelque.

Tras acabar con el último gracias a una de sus katanas, Deadpool no tiene reparos en usar el humor más gore y para adultos, al usar de muñeco ventrílocuo una cabeza cortada, aunque cubierta con un casco de moto...

Un Deadpol mudo

Ryan Reynolds ya se puso en la piel de Deadpool en la película de 2009 X-Men Orígenes: Lobezno, protagonizada por Hugh Jackman. Pero cuando el personaje de Reynolds se convirtió en el letal y poderoso mutante, en la película ya no podía hablar, ni llevaba su clásico traje, consiguiendo que el característico humor del personaje fuera inexistente en el tramo final de la cinta dirigida por Gavin Hood.

La película consiguió 373 millones de dólares en las taquillas de todo el mundo. No salió muy bien parada entre fans y críticos, a quienes no gustó una trama llena de desaciertos, incluyendo entre ellos la mala adapatación del mutante alocado.