El joven cineasta madrileño Alberto Carpintero presentó anoche en los Multicines Zamora "El día del padre", su primera película. La pasada semana, la Biblioteca Pública acogía la proyección de cuatro de sus cortos, "Star Love", "La niña", "Carroña" y "Señora".

-¿Cómo ha sido la experiencia del salto al largometraje?

-En mi caso ha sido más una cuestión de laboriosidad. No ha sido traumático porque la película es en realidad una recopilación de cortos y ha sido autoproducida como ellos. Me lo he tomado de la misma forma, pero trabajando mil veces más en él. Cada escena está planteada con entidad propia como si fuera un corto, pero encajado como si fuera un puzzle en el que al final todo tiene sentido.

-¿El proceso para autofinanciarla ha sido duro?

-Ninguna institución me ha apoyado, pero la verdad que tampoco lo he intentado. Siempre he buscado la ayuda de personas cercanas como familiares y amigos y dos pequeñas productoras, así como del productor ejecutivo Joaquín Sotelo y de mí mismo. Es una producción totalmente "low cost" que aún ni siquiera tiene distribuidora y está proyectándose en festivales.

-¿La distribución es el gran problema de las autoproducciones como esta?

-Sí, sobre todo de cara a las grandes salas. Esos escenarios son implanteables porque tienen acuerdos con las grandes salas y televisiones y es imposible entrar allí. Ahora mi objetivo es moverla por cines más pequeños en las diferentes provincias, ciudades y festivales. Es más difícil porque, al no contar con otros apoyos tienes que luchar mucho más para conseguir un mínimo resultado. Por eso me hace tanta ilusión proyectarla en el cine de Zamora, porque para mí es un placer presentarlo en una sala grande y bien preparada.

-¿Se mueve un "cine español paralelo" en los festivales?

-Sí, de hecho el público y los creadores cada vez son más en los festivales porque casi no hay ayudas al cine español. Las productoras siguen un guion muy preestablecido y, si triunfa una película como "Ocho apellidos vascos", luego se hacen tres o cuatro iguales. El cine independiente es una nueva ola dentro del cine español porque no hay otra manera: o lo haces así o no lo haces. Tengo muchas ganas de crear y si no lo hiciera así, podría tardar cinco o diez años en sacar una película. Me gustaría entrar en la industria, pero es muy difícil que te den una oportunidad.

-¿Es muy difícil para un joven mantenerse dentro del mundo del cine?

-Sí, pero siempre tienes apoyos, sobre todo de gente dentro del medio. Simplemente es un apoyo moral que te hace seguir, porque no hay dinero para más. Hay algunos familiares que no lo entienden, pero en mi caso, mis padres siempre me han animado a estudiar cine. Los problemas y los impedimentos están ahí, pero me gusta tanto que hay que seguir e intentarlo mientras tenga ánimos. He tardado dos años en hacer la película porque la montaba en fines de semana mientras trabajaba en una tienda, pero la pasión por seguir contando historias me impulsa.

-¿La crisis de la industria ha desanimado a la gente a crear o ha agudizado el ingenio para trabajar con menos recursos?

-Un poco de cada. Es una hecatombe porque ha sacado del mercado a mucha gente y otros ni se plantean entrar, pero ha estimulado la creatividad para economizar. El problema es que muchos no se lanzan porque se matan los talentos antes de nacer. Los que estamos dentro tenemos que esforzarnos para crecer porque en el cine español nunca ha sido fácil. En realidad, siempre hemos estado en crisis y, cuando creíamos que no lo estábamos, simplemente era un espejismo.

-¿Qué papel juega Internet en el futuro del cine español y los jóvenes creadores? ¿La cultura del "todo gratis" ha acabado con el cine?

-Es un caso especial. Para mí ha sido totalmente positivo porque mis primeros trabajos tuvieron éxito en festivales de Internet, cuando gané el Notodofilmfest, en el que sigo participando cada año. La red es una herramienta imprescindible para ver de todo, pero tiene algo contraproducente: hay tal cantidad de información que salvo que tengas ya un nombre o sea algo para un festival concreto, tus trabajos corren el riesgo de perderse en la marea inmensa de material que se rueda al año. Todos deberíamos agradecer a Internet el acceso que nos permite a cine, libros y cultura a un nivel antes impensable.

-En "La niña", uno de los cortos que se pudieron ver la pasada semana en la Biblioteca trabajó con una actriz tan conocida como Macarena Gómez. ¿Los actores están concienciados con el apoyo a los jóvenes talentos?

-Cualquier actor apoya cualquier proyecto interesante. Ella en concreto está muy comprometida con los nuevos creadores y su filmografía está llena de cortos, y, viendo al resto de compañeros, no es una excepción. Además, ahora con la crisis muchos no tienen tanto trabajo y los cortos son una manera de no oxidarse, aunque no se suele pagar. Lo ideal sería que todos cobrásemos, pero si no se puede, no lo hacemos nadie. En general, todo el mundillo se suele comprometer con el cine español del futuro.