El mejor vino y la cocina más suculenta se dieron cita en la noche del sábado en la Panera de la iglesia de San Juan en Morales de Toro de la mano de El Sabor del Vintage. La empresa toresana organizó una cata con una recopilación de distintos tipos de vinos jóvenes de las denominaciones de origen españolas que pusieron a disposición de los asistentes. Los caldos a probar, «rebuscados entre la hojarasca del otoño», eran vinos tiernos que pertenecían, principalmente, a la añada de este 2012. Todo ello amenizado, con «la música de pito» de Alfredo. Una cita que se encuadra dentro del capítulo de actos que se programan desde esta entidad a lo largo de los diferentes meses del año.

La velada en la Panera comenzó con la cata de un blanco verdejo de Rueda maridado con un encebollado de atún. Desde allí, los paladares viajaron hasta la Rioja para probar un rosado de garnacha que fue acompañado por setas. A continuación, se dio a probar un rosado pinot noir-merlot de la comunidad de Cataluña que fue maridado con níscalos. El testigo, posteriormente, fue recogido por un tinto mencía de Prada a Tope al que acompañaron la cecina y el relleno de foie a las pimientas. Tras ello, una nueva visita a la Rioja para probar un murmurón que llevaba consigo una tosta de bacalao con ajo arriero. Por último, el Primero de Fariña apareció en la mesa maridado con una tapa de chorizo al vino de la tinta de Toro.

Para cerrar la sesión, se ofreció el Magosto de castañas que estaba pendiente desde su suspensión durante el fin de semana pasado y de postre unas cerezas en aguardiente de Prada a Tope.

De esta forma, El Sabor del Vintage continúa fiel a sus citas de cata-maridaje con la Panera de la iglesia de San Juan como epicentro de cada actividad organizada por la empresa. Una nueva cata de maceraciones carbónicas que no ha querido quedarse solo con lo de la tierra sino que busca ahondar y conocer el vino que se produce también en las diferentes denominaciones de origen que existen fuera de la comarca de Toro. En definitiva, un gusto para el paladar que se mantiene vigente a lo largo de los meses.