¿No te gusta el pan duro y hoy te ha sido imposible parar a comprar? Aquí va el truco definitivo para conservar el pan fresco mucho más tiempo. El misterio está en el apio. Sí, has leído bien. Y dirás: "Si no tengo pan... difícilmente voy a tener apio". Cierto, pero te recomendamos que compres alguno para tenerlo a mano y conservar el pan sobrante de cada día.

Coloca una rebanada de apio fresco dentro de la bolsa de pan. El apio libera etileno de forma natural y ayuda a mantener tu pan mucho más tiempo fresco. Eso sí, no tengas el apio ahí hasta la infinidad: asegúrate de reemplazarlo de vez en cuando.

Tipos de panes

  • El pan blanco, el de toda la vida, debe tener la corteza dorada y la miga alveolada, esponjosa, es ideal para acompañar embutidos curados como el jamón, el lomo embuchado y también guisos. Nutricionalmente, ayuda a reducir peso ya que sacia bastante siempre que se consuma moderadamente. Además, contiene hierro y calcio.
  • El pan de trigo integral tiene un intenso sabor a cereales, es crujiente y posee una miga bastante compacta. Se puede tomar solo con un chorrito de aceite de oliva aunque también es perfecto para acompañar el tomate y el aguacate. Si además le añadimos semillas tendremos una fuente ideal de ácidos grasos poliinsaturados y un aporte extra de minerales como el calcio y la vitamina E (antioxidante). Ideal para la etapa de la menopausia y para ayudar a prevenir enfermedades coronarias.
  • El pan de centeno cuya miga es algo ácida es idóneo para alimentos grasos como los pescados ahumados y también para verduras un poco amargas como la endivia y las espinacas. La harina de centeno tiene menos calorías y más fibra que la de trigo.
  • El pan de maíz de color amarillo con una miga blanda, de alveolado pequeño y con un toque dulce es adecuado para las carnes rojas, pero sobre todo para mermeladas, mantequillas o carne de membrillo, ya que está a medio camino entre el pan y el bizcocho. Se trata asimismo de un pan sin gluten por lo que es apto para celiacos siempre que no esté mezclado con otras harinas y no contenga trazas de las mismas.
  • El pan de espelta es muy energético, pero aporta menos calorías que el elaborado con la harina de trigo clásica, su consumo diario ayuda a disminuir los niveles de colesterol y regula el metabolismo. Causa menores problemas alérgicos que el trigo y gracias a su alto contenido en triptófano, estimula la producción de serotonina.
  • El pan de trigo sarraceno, trigo negro o alforfón posee incuestionables propiedades nutricionales. Al no ser un cereal, no contiene gluten y es por tanto apto para celiacos y además, tienen un alto contenido en proteínas biodisponibles, por lo que es perfecto para dietas veganas y vegetarianas. Su sabor es muy particular, no del gusto de todos los paladares, pero combina muy bien con ahumados, patés, salazones, queso y guisos.