Opinión | Escalera hacia el cielo

La maldición de Casandra

De como tener el don de leer lo que gente más lista que tú publica, alertar al prójimo y que nadie quiera creerte

Un gallo y varias gallinas

Un gallo y varias gallinas

Cuenta la mitología griega que Casandra era sacerdotisa de Apolo. El hermosísimo dios del sol, prendado de semejante belleza, le propuso intercambiar fluidos corporales a cambio de otorgarle el don de la adivinación. Casandra, que además de guapa era más lista que un ratón colorao, acepta tan divino regalo, pero a la hora de cumplir su parte se escudará en el trillado me duele la cabeza.

El bello Apolo, despechado y rencoroso, escupe en la boca de su sacerdotisa incumplidora, ejecutando así la maldición: A partir de aquel momento, la sacerdotisa burladora seguiría poseyendo el don de la adivinación, pero nadie la creería. Así que cuando Casandra alertó a los troyanos acerca de la engañifa de aquel caballo… ardió Troya.

Me pasan la noticia acerca del estudio de investigación publicado en el número de enero de la revista Cureus de medicina científica, en el que se concluye que las vacunas contra el SARS-CoV-2 acaban con más gente de la que salvaron. Textual: "Con las tasas de eficacia considerablemente más bajas, las vacunas de Pfizer y Moderna causan 14 muertes por cada vida que salvaron".

El estudio publicado, y revisado por pares, analizó los ensayos iniciales de la fase 3 de las vacunas ARNm de Pfizer y Moderna. Unos ensayos que propiciaron que estas vacunas fueran aprobadas bajo la autorización de uso de urgencia por la Agencia Norteamericana del Medicamento.

Las conclusiones han motivado que los investigadores soliciten una moratoria global, para un mundo global, sometido a un sistema económico de capitalismo global, contra las vacunas del COVID-19, y exijan que sean suprimidas inmediatamente del calendario de vacunación infantil.

Imposible no pensar en la camiseta de Marx con el maternal lema: "Os lo dije".

La mayor parte del cultivo mundial de cacao procede del trabajo esclavo de niños negros, así que cuando decidas regalar bombones piensa en tus guajes trabajando de sol a sol

Donde acaba la hemeroteca empieza Google. No recuerdo fechas o títulos, pero en esta Escalera hacia el cielo, he advertido hasta el aburrimiento sobre virus, ganadería industrial, consumo de animales inmunocomprometidos que deprimen el sistema inmunitario humano, y proliferación de nuevas y más mortíferas pandemias.

Yo no soy Casandra. Tampoco el enano de Juego de Tronos.

Me conformo con ser una sencilla pastora de ovejas que bebe y sabe cosas. Porque leo libros publicados por gente muy sabia, diletante, que son referencia cada uno en su campo de trabajo y actuación. Y que como tiene el privilegio de acceder a determinada información, cumple con la obligación moral de transmitir el conocimiento adquirido a los demás.

Y como nadie me cree, igual que a Casandra y a Marx; y como mi prójimo prefiere seguir atiborrándose de macpollo y de pollos asados para así no tener que cocinar y de pollopopeye y de qué si sabe bien si es pollopollo… Y como me siguen acusando de ser una marisabidilla que quiere amargarle la vida al mundo entero obligándole a dejar de comer, sigo a lo mío. Porfiada cual mapuche. Leyendo, transmitiendo lo leído. Y denunciando.

El chocolate, sin ir más lejos. Porque la mayor parte del cultivo mundial del cacao es fruto del trabajo esclavo de niños africanos y suramericanos. Así que cuando alguien mire con gula una tableta de chocolate o piense en regalar bombones, que imagine a sus hijos y nietos trabajando sin hora y bajo un sol de justicia hasta caer rendidos, famélicos, deshidratados y agotados.

Sigo denunciando. La OMS alerta de la próxima pandemia de H5N1- gripe aviar, y ningún país cierra macrogranjas de pollos híbridos. Con lo que esto significa: que anteponen las cifras macroeconómicas en positivo a la salud de sus ciudadanos. Y que tendrían que responder ante Cargill. La todopoderosa corporación Cargill es el Al Capone de la mafia agroalimentaria. Y nadie está tan loco como para enfrentarse a los cárteles de la alimentación-laboratorios.

Así que la OMS se limita a informar. Los efectos de la gripe aviar son mucho peores que los del SARS-CoV-2, porque ataca a un sistema inmunitario humano debilitado por el consumo de carne de animales modificados genéticamente para que engorden más rápido, y además al sistema nervioso central.

Algunos médicos han empezado a investigar por su cuenta, y a prohibir el consumo de carne de pollo por sus graves consecuencias para la salud: niñas con menstruaciones a los 8 años, hombres con tetas, EPOC, la temible Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, y cáncer de pulmón a causa del amoniaco que contiene el estiércol de pollo.

Leo que Carolina del Norte es el principal estado productor de carne de pollo de Estados Unidos. Por eso posee unas cifras sanitarias que meten miedo. Las fuentes de agua están contaminadas, así que sus famosas langostas enferman y mueren, pero da igual. Es el mercado, amigo.

No conozco a ningún macrogranjero de pollos que coma los mismos pollos que cría. Alimentan a sus hijos con pollos del corral de casa, y a los hijos de los demás con los pollos de sus macrogranjas. Te reconocen que algo raro pasa con estos pollos e intentan justificar lo injustificable, alegando que tienen que trabajar para vivir. Pero es que enfermar al prójimo no puede ser un trabajo digno, y no debería ser un trabajo legal.

Ese mismo prójimo que prefiere creer a la tiernísima Belén Rueda...

Ganadera y escritora

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