Nuez, cuna de La Raya y fuente del folclore más popular, ancestral y puro de Aliste y Tras Os Montes, acogía el pasado fin de semana una jornada de convivencia promovida por la asociación cultural «Villa de Nuez», el grupo etnográfico «Don Sancho» de Zamora y la agrupación folklórica «Manteos y Monteras» así como vecinos del pueblo que acudieron hasta la Casa Concejo para vivir una jornada inolvidable de recuperación y transmisión del folclore más tradicional alistano. Un homenaje a la localidad de la provincia de Zamora que más ha contribuido a la recuperación.

Fueron los músicos y los bailarines alistanos de Manteos y Monteras los encargados de romper el hielo en la tarde lluviosa y lejos de estar cansados, después de haber vivido una larga jornada, el día anterior, en la capital zamorana con motivo de la celebración de la festividad de las Águedas, hicieron bailar al público a ritmo del más puro folklore zamorano.

Siguieron el turno los componentes de Don Sancho, que venidos desde Zamora, quisieron agradecer de esta manera, a los vecinos de Nuez, el que le hayan querido transmitir siempre toda su sabiduría y les hayan abierto las puertas, no sólo de sus casas, sino también de su corazón, cuando hace veinte años, que se cumplen en estos días, vinieron a Nuez por primera vez y quedaron encantados con el pueblo y sobre todo con sus gentes.

Luego llegaba el histórico gaitero de Nuez «Narciso» acompañado al tamboril del no menos veterano Juan Domínguez. ¡Menudo baile que se armó! La Casa Concejo se quedó pequeña para tanto bailarín que allí se concentró y además de todas las edades, desde niños y niñas de dos años que no le quitaban ojo a los músicos y bailarines hasta abuelos que superaban los ochenta años.

Las filas llegaban de un extremo a otro del local, recordando un poco a las filas que antiguamente se formaban en la plaza de «La Moral», en «La Ermita» o en el barrio de Ricasenda. Durante el intermedio, Villa de Nuez, les obsequió con una reconstituyente chocolatada con sabrosos bizcochos.

Para terminar esta entrañable e inolvidable jornada de convivencia, fueron las pandereteras y cantoras de Nuez las que cerraban la cita, cantando a pleno pulmón y con sus voces todavía limpias y sus memorias en plena forma, a pesar de la edad, tonadas del ayer, tal y como hicieran hace setenta años, cuando las octogenarias folcloristas que allí se dieron cita, eran unas adolescentes que de sus padres y abuelas aprendieron esas viejas canciones, para que, hoy en día, se las sigan enseñando y transmitiendo a sus descendientes.

Entre los que allí se encontraban había alguno que por primera vez acudía a una cita de estas, tal y como reconocía el alistano y folclorista número uno, Daniel Ferreira, que entre inmortalizó, los momentos, para el Facebook y Youtube que aliste.info tiene en la red, a la vez que repetía una y otra vez que el repertorio de canciones que tienen los de Nuez es interminable: «Un gran pueblo con mucho y muy buen folclore».