En primera persona y sin un narrador, dejando que sean los propios protagonistas quienes cuenten su historia. Así transcurren los 55 minutos del documental «Arribes. El resto es barullo», presentado ayer en el foro del periódico y dirigido por el canadiense Zev Robinson, gran apasionado de la zona desde que la descubriera casi por casualidad cuando fue invitado por la Denominación de Origen de Arribes. «Me dijeron que era algo único y tenían razón», reconoce el cineasta, quien se decidió a dar un paso más en su trabajo sobre documentales de tierras de vino para hacer un proyecto sobre la vida en esta comarca.

De Arribes, y por extensión Sayago, destaca en esta película la filosofía del autoabastecimiento en la zona. «Su forma de vivir está vinculada a la agricultura, a la vida rural y a la sostenibilidad. Dan gran importancia a la cultura de la comida, algo que en las grandes ciudades se ha olvidado y se tiene la sensación de que la carne viene directamente en bandejas de plástico», reconoce.

Por ello, los animales y su transformación en alimento se convierte en eje principal de la película, rodada en treinta días desde el pasado 2009 y contando con la ayuda «esencial» de los habitantes de la zona. «Los sayagueses son gente dura, pero muy amable y hospitalaria. Me han enseñado mucho», apunta el director de cine.

Asegura que el futuro de esta comarca zamorana «depende en parte de la suerte, de cómo se desarrollen los acontecimientos, pero al tratarse de una zona con potencial es importante que todos los interesados pongan algo de su parte para hacer cosas interesantes, ya sea turismo rural o venta de sus productos en el exterior», pone como ejemplos, insistiendo sobre todo en un apoyo más explícito al campo por parte de las instituciones para animar a los agricultores «a que no abandonen sus tierras. Y esto ocurrirá si ven que obtienen beneficios, si se les mantienen las ayudas».

«Arribes. El resto es barullo», se estrenó la semana pasada en Londres, arropado por un grupo de arribeños. «Fue una experiencia muy positiva y tras su proyección se abrió un debate muy interesante», recuerda Robinson, quien está ya gestionando nuevas promociones en ciudades como Nueva York o Ginebra. «El reto final es la televisión, para el público general», adelanta.

Tras la proyección del documental y la posterior charla, en la que también participó el productor, realizador y presidente de la Film Commission de Zamora, Jesús Caramanzana Carrera, los asistentes se trasladaron al hotel NH para poder degustar vinos de la DO Arribes acompañados de embutidos de Cesáreo Puente Robles.

Tras el éxito obtenido ayer con el documental, y dado que fueron muchas las personas que no pudieron acceder al salón, el trabajo del cineasta Zev Robinson se volverá a proyectar hoy a la misma hora y en el mismo lugar.