Ya están preparados los campos para la producción de pimiento en la comarca de Benavente. “Las plantaciones llevan un ritmo muy bueno. Están apenas echando los primeros brotes pero el ritmo es bueno y prometedor. Pero estamos a diez días solo de las plantaciones. No podemos hablar de cómo va a ser la campaña”, explica Isabel Ruiz Mateo, agricultora de Micereces de Tera quien es, además, la administradora de la sociedad La Huerta del Tera, que aglutina a 18 productores de pimiento y otros productos hortícolas y la presidenta del Consejo Regulador de la IGP del Pimiento Fresno-Benavente.

Agricultores durante los trabajos en el campo. | E. P.

Aunque el protagonista de la huerta es el pimiento morrón, que cuenta con esta figura de calidad de la IGP, las diferentes variedades que se producen en los campos de esta comarca de Los Valles abarcan aproximadamente 20 hectáreas, según explica Ruiz. “Además del morrón, plantamos lamuyo, italiano ... Son otro tipo de variedades que nos permiten también poder seguir manteniendo el pimiento morrón. Entre el morrón y estas variedades resulta rentable para el agricultor hacer las plantaciones. De otra manera no sería posible”.

Plantones de pimientos preparados para la campaña. | E. P.

En La Huerta del Tera se aglutinan agricultores no solo de Micereces y Aguilar, también hay dos más de Coreses, y otros de Fresno de la Polvorosa, San Cristóbal de Entreviñas y de la localidad leonesa de Villafer. “Para nosotros esta actividad nos ha permitido a muchos quedarnos en los pueblos. Muchos de los socios de la Huerta del Tera han dejado la construcción y otros trabajos para volver a poner pimiento. No solo se ha quedado o instalado gente en el pueblo, sino que han cambiado su economía”, explica Ruiz.

“Estamos hablando que la media de edad en La Huerta del Tera es de 40 años. Es gente joven y emprendedora, trabajando temas de cultivo adaptados a los nuevos tiempos, nada que ver al trabajo en el campo que había antes. Hay plantadoras, riego por goteo, abonados localizados, es decir, una manera de trabajar la agricultura totalmente actualizada, la que es hoy en día”. Y que tienen en cuenta aspectos de calado como la seguridad alimentaria, analíticas semanales de productos y una manera de trabajar acorde a los tiempos actuales.

La producción de pimiento en estas veinte hectáreas de plantaciones se estima en unos 600.000 kilos y si el año se da bien 700.000. “Estamos hablando de que más o menos se producen unos 30.000 kilos por hectárea que se pueden comercializar tranquilamente. Hablamos en total, teniendo en cuenta todas las variedades. Podemos estimar que de Huerta del Tera se comercializan unos 500.000 kilos y después del morrón otros 200.000, dependiendo de cómo se dé la campaña”.

La agricultura ha sido uno de los sectores esenciales durante el estado de alarma y en esta pandemia. Este año no ha habido medidas excepcionales para la campaña más allá de las que se tienen que tener en cualquier actividad en la que se deben mantener las distancias de seguridad, el uso de gel hidroalcohólico o de mascarilla. “Trabajamos al aire libre y es más fácil guardar distancias y en las plantaciones se han seguido usando el gel y las mascarillas. Lo cierto es que antes hacíamos merienda tras terminar el trabajo y este año lo hemos descartado. No hemos tenido problema de suministro ni de mano de obra.

En materia de empleo, cuando más contratos se hacen es en la época de recogida del fruto pero ahora algunos agricultores han cogido gente porque las plantaciones son grandes. Ahora los gastos se centran más en los servicios de empresas auxiliares para analíticas, riegos, abonados y fitosanitarios.

El pimiento en esta comarca es un cultivo tradicional que ha servido para que muchas familias “lleven su economía mejor. Es un cultivo que se sabe trabajar y el clima está adaptado a él. Y lo tenemos que promocionar y tirar para adelante porque es algo nuestro”.

En cuanto a la comercialización del pimiento, en el caso del morrón se lleva principalmente a ferias y a restaurantes y muchos particulares que llevan años y años acercándose al agricultor. “Es un mercado concentrado en gente que conoce el producto”, aunque también tiene salida en supermercados. El esto de variedades a través de un acuerdo con Mercadona lo distribuyen por toda España.