Otra muestra de la talla del cine del argentino Sebastián Borensztein, que confirma con creces las progresivas cualidades de su filmografía y su versatilidad para acometer los más diversos géneros con una madurez casi impensable. Por eso no debe sorprender que haya sido elegida por su país para hacerse con la nominación al Oscar a la mejor película en lengua no inglesa y que se exhibiera en los festivales de San Sebastián y Toronto. Lo que más sorprende, sin duda, es su habilidad y brillantez para combinar géneros muy diversos sin romper en absoluto la armonía del relato, de forma que asistimos a una mezcla de thriller, comedia, drama y aventura ciertamente impecable.

Es verdad que ha contado con la colaboración inestimable del escritor Eduardo Sacheri, autor de la novela La noche de la usina, en la que se basa, pero lo logra enriqueciendo incluso un guion que él mismo ha elaborado. Otro motivo de peso en el perfecto acabado de su trabajo es la compenetración ejemplar entre el director y el actor Ricardo Darín, consecuencia de la tercera colaboración entre ambos tras Un cuento chino y Capitán Koblic. Son elementos que contribuyen a un acabado que no tiene desperdicio. Así, la crónica de la venganza que llevan a cabo un grupo de vecinos que son víctimas de una infame estafa en una pequeña localidad argentina se reviste de humor y de drama en un cóctel literalmente explosivo. Lo que nos cuenta Berensztein es uno de esos tristemente célebres corralitos que han llevado a la ruina a infinidad de argentinos que han visto perder sus ahorros, fruto de toda una vida, por la inmoralidad de seres sin escrúpulos. Con una diferencia fundamental, que ahora esos seres engañados, que pretendían adquirir una cooperativa agrícola para hacer frente a la crisis, deciden unirse para recuperar lo que les han robado. Se abre así una puerta a momentos sumamente hilarantes, que se valen de un poso de amargura, fortalecidos por actores soberbios como Luis Brandoni, al frente de un entrañable reparto coral y sin dejar de lado la familiaridad que aporta Chino Darín, hijo del actor.