Este miércoles 31 de octubre, el estreno de 'Bohemian Rhapsody' conseguirá que los míticos himnos de Queen como 'Somebody To Love', 'Keep Yourself Alive', 'Another One Bites The Dust', 'I Want To Break Free' o 'The Show Must Go On' vuelvan a resonar en los cines gracias a la llegada del biopic de Freddie Mercury protagonizado por Rami Malek.

El ganador del Emmy por la popular serie 'Mr. Robot' visitó hace unas semanas Madrid junto a su compañero de reparto, Gwilym Lee, que da vida al guitarrista Brian May. CulturaOcio.com tuvo la ocasión de charlar con ambos intérpretes sobre un filme que definen como un canto a la libertad y una celebración de la vida. Este es, aseguran, el principal legado de una de las figuras más carismáticas de la historia de la música.

'Bohemian Rhapsody' es mucho más que un repaso a la trayectoria artística de unos de los grupos más icónicos de las últimas décadas. Es una película, señalan sus protagonistas, que habla de la libertad, de romper moldes y de contar con la valentía para mostrarse al mundo tal y como uno es en realidad.

"Freddy Mercury fue un héroe revolucionario. Hizo cosas que no se habían hecho nunca en el ámbito de la música y también fuera", afirma Malek, que destaca que el artista fue alguien que "vivió la vida a su manera", sin esconderse y sin dejar que fueran otros los que le marcaran el paso. "Fue uno de los primeros en decir: 'No voy a dejar que me encasilléis y voy a hacer las cosas a mi manera'. Y lo hizo hasta sus últimas consecuencias", sentencia.

Una independencia que, subraya Gwilym Lee, aderezó siempre con orgullo, alegría e irreverencia. "Animó a que todo el mundo disfrutara la vida, celebrara la vida. Siempre había mucha alegría e irreverencia en todo lo que hacía y ese es también un punto muy importante de su mensaje", afirma el actor, que interpreta al guitarrista y astrofísico británico Brian May en el filme, primero dirigido por Bryan Singer ('X-Men') y después finalizado bajo la batuta de Dexter Fletcher ('Amanece en Edimburgo').

Las luces y sombras del mito

'Bohemiam Rapsody' muestra el lado más glorioso de Queen y de Freddy Mercury, toda su potencia y energía sobre el escenario, pero también aborda el reverso más oscuro de la estrella: su soledad, su egoísmo y también su enfermedad, el SIDA que terminó con su vida complicando una bronconeumonía el 24 de noviembre de 1991.

"Sin duda era imprescindible reflejar eso. También formó parte de su historia, de la historia de la que fue una de las estrellas de la música más increíbles", señala categórico Malek, que asegura que no, "no se puede tener una parte de Freddy sin la otra". "Sobre el escenario no había nadie como él... y en su vida personal tampoco había nadie como él", sentencia.

En este sentido, Lee apunta que "era muy importante incluir el asunto del SIDA en la película" y recordó cómo el representante de Mecury hizo un anuncio público el día antes de que el artista falleciera convirtiéndose así "en la primera estrella del rock" que confirmó públicamente que padecía la enfermedad. "Forma parte de su historia, pero no le define. Simplemente es parte de su vida, de una vida rica y compleja. El contraste en su historia es lo que hace que sea quien es", asegura.