Alimentación

Los españoles tiran a la basura 144 millones de huevos al año: unos 24 millones de tortillas de patatas

Uno de los principales motivos del desperdicio de los huevos (como el de tantos otros alimentos) está relacionado con la fecha de consumo preferente del producto

Puesto especializado en venta de huevos en el Mercado del Ninot de Barcelona.

Puesto especializado en venta de huevos en el Mercado del Ninot de Barcelona. / Manu Mitru

María Jesús Ibáñez

Se han convertido en uno de los alimentos de moda, por su alto contenido en proteínas y porque hervidos o escalfados forman parte de las más populares dietas de adelgazamiento. Los huevos han vencido mitos como el que hasta hace unos años desconsejaba consumir más de tres a la semana (porque subían el colesterol) y ahora son un imprescindible en todas las neveras. Con todo, y a pesar de que en el último año se han encarecido un 3,2%, en España se tiran a la basura cada año 143.950.000 huevos medianos (de 60 gramos). Para entender mejor la magnitud del desperdicio: sería como desperdiciar casi 24 millones de tortillas de patatas de seis huevos. 

Según datos del Ministerio de Agricultura y Alimentación, entre mayo de 2022 y abril de 2023 se consumieron en España 385 millones de kilos de huevos, de los que se estarían desperdiciando alrededor del 2,2% anual. Según constata la plataforma Too Good To Go, dedicada a combatir el despilfarro de alimentos, "cada segundo en España se estarían tirando unos 4,6 huevos". Esto no supone solamente una pérdida de producto, sino que además tiene un coste para las familias, que están pagando en estos momentos una media de 2,48 euros por una docena de huevos estándar comprados en supermercado. "El desperdicio de huevos -prosigue Too Good To Go- estaría costando al conjunto de hogares españoles unos 17,2 millones de euros".

Uno de los principales motivos del desperdicio de los huevos (como el de tantos otros alimentos) está relacionado con la fecha de consumo preferente del producto. Muchos españoles tiran alimentos sin consumir porque han pasado de esa fecha, sin entender el verdadero significado de la misma. Marie Lindström, directora de Too Good To Go en España, destaca la importancia de recordar que "la fecha de consumo preferente indica que el producto puede haber perdido algunas de sus propiedades una vez pasada esa fecha, pero si se han seguido las recomendaciones de conservación y además pasa la prueba de los sentidos, es decir, tiene buen aspecto, olor y sabor, el alimento podría seguir siendo apto para el consumo".

"Lamentablemente, los ciudadanos se han malacostumbrado a tirar a la basura alimentos básicos, y sí está en sus manos reducir el desperdicio de comida en casa", afirma Lindström. "No hay una única clave para dar solución a este enorme problema, pero la organización a la hora de preparar las comidas diarias y la buena gestión de la lista de la compra, adquiriendo solo los alimentos que sí se van a consumir, son dos elementos necesarios en cada hogar", añade. 

La directora de Too Good To Go explica también cinco consejos prácticos para saber si un huevo se puede consumir en correctas condiciones.

La prueba del agua

Para verificar que un huevo es fresco, se puede realizar la prueba del agua. Si el huevo es fresco, se hundirá al colocarlo en un vaso de agua. Si es necesario consumirlo de inmediato, permanecerá en el fondo del vaso, pero de pie. Por el contrario, si flota en la superficie, significa que el huevo no es apto para su consumo. Un huevo puesto por la mañana en una granja, puede estar ese mismo día por la tarde en la cocina del consumidor, explican los productores. Los huevos, con todo, pueden consumirse hasta 28 días después de su puesta.

Una correcta refrigeración

Almacenar los huevos en la nevera es lo ideal, especialmente durante el verano cuando resulta más difícil mantenerlos frescos. Pero hay que evitar colocarlos en la puerta, ya que están expuestos a fluctuaciones de temperatura. Es mejor guardarlos en las baldas interiores, al fondo del refrigerador.

Lavarlos solo justo antes de consumirlos

Hay que evitar lavar los huevos antes de refrigerarlos, ya que esto podría eliminar la capa protectora natural que los recubre y aumentar el riesgo de contaminación. Es mejor lavarlos justo antes de consumirlos

Consumir primero los más antiguos

Es de sentido común, pero a veces mucha gente se confunde y acaba utilizando los huevos recién comprados y los más antiguos se quedan sin consumir. Para mantener un orden en la cocina y evitar que los huevos se echen a perder, es recomensable usar primero aquellos que llevan más tiempo almacenados.

Guardarlos en su envase original

Es mejor guardar los huevos en su envase original porque así se protege de posibles daños y de absorber olores externos, así como de la humedad de otros alimentos. Esto ayuda a preservar su frescura y calidad por más tiempo. Además, facilita la identificación de la fecha de caducidad y el control del tiempo de almacenamiento.