Opinión | Zamoreando

Que alguien nos ayude

Los que necesitamos el tren por cuestiones profesionales lo llevamos crudo

AVE en Zamora

AVE en Zamora

Más o menos puedo saber quién tiene la sartén por el mango y el mago también, así y todo, voy a lanzar mi SOS que es el de multitud de zamoranos que pasan por las mismas tribulaciones que servidora. Me da rabia tener que pedir favores, pero cuando no queda otra hay que pasar de remilgos. Además, no lo pido sólo en mi nombre, lo hago en nombre de un colectivo cada vez más numeroso.

Me dirijo al diputado Antidio Fagúndez, hombre cercano al presidente del Gobierno y al ministro de Transportes, a los que está unido por más que lazos de compañerismo, yo creo que de amistad y muy estrecha. Por favor y de una vez por todas que abogue por el feo asunto de los billetes de tren. O no hay o te los cobran a precio de oro. Y los que ni bono ni abono estamos hasta el moño y un poco más arriba de ver pasar trenes por la estación de Zamora sin que podamos viajar en ellos. No es que pasen de largo es que no nos facilitan plazas. Resulta que, luego, algunos vagones van medio vacíos, pero para Zamora ni un triste billete.

Menos blasonar de defender los intereses de Zamora y alguna que otra vez de los zamoranos y más hacer por nosotros todos que estamos dejados, no de la mano de Dios, nunca nos abandona, pero sí del Gobierno, de la Administración central, no de todas porque algunas cuentan con representantes maravillosos que hacen del servicio al ciudadano su bandera.

Por favor, señor Fagúndez, coja este toro por los cuernos, por mucho que le moleste al ministro Urtasun, y póngalo en su sitio. No lo toree, no quiero pedirle tanto, pero sí haga lo que esté en su mano, que es mucho, para acabar con el problema. No quiero seguir pensando que nuestros representantes en Congreso y Senado van a pasar el tiempo, cobrar nómina y dietas y si te he visto no me acuerdo. Acuérdense que tienen que volver a Zamora y pasear por sus calles, mejor estrechando manos que recibiendo miradas de hostilidad.

Los que necesitamos el tren por cuestiones profesionales lo llevamos crudo. Haga algo por nosotros. Ya va siendo hora de que cambie nuestra suerte.

Suscríbete para seguir leyendo