Cada vez que leo sobre una serie que "es como una película de diez horas", me pongo a la defensiva. Más que nada porque ese planteamiento olvida algo fundamental, las mejores series son aquellas en las que cada capítulo es como una película de una hora, o de media (según lo que dure el episodio en cuestión). No las que sólo cuidan el principio y el final y por el medio meten relleno para alargar. Salvo excepciones, las series que apuestan todo a la serialización al final resulta que son películas de diez horas que podrían durar dos. Hay algunos que tienen tirria a los episodios autoconclusivos, olvidando que entre ellos se pueden encontrar verdaderas joyas. Valen más esas pequeñas obras maestras que temporadas enteras de otras series. Este artículo no pretende ser un análisis exhaustivo de los mejores episodios de las series de televisión, pero sí ofrecer una muestra de capítulos emitidos estos años recientes que han sido redondos.

1) Unbreakable Kimmy Schmidt 4x03: Rey de la fiesta: Rayando la superficie. En la primera parte de su temporada final, la telecomedia de Netflix creada por Tina Fey y Robert Carlock ha cerrado uno de los mejores episodios emitidos este año. El tercer capítulo de esta cuarta temporada nos muestra la parodia definitiva a los documentales tan de moda ahora sobre los true crimes (crímenes verdaderos). Este género ha tenido un gran éxito en buena parte gracias a otras producciones de la plataforma de pago como Making a murderer, The keepers o Wild. wild country. Los gags se suceden a velocidad de vértigo, al tiempo que se nos muestra cómo se puede manipular con la imagen. Hay hasta alguna burla escondida hacia Donald Trump y sobre cómo se mofaba de alguna de las mujeres que le denunció por abusos sexuales. Quien sigue la serie sabe perfectamente que los hechos que se nos están narrando en este falso documental son mentira. Todo empieza cuando un DJ de moda busca a la persona que le marcó en su carrera para que se encargue de pinchar en su boda. Resulta que su inspiración es el reverendo de la secta apocalíptica (Jon Hamm post Mad Men) que encerró a Kimmy Schimdt (Ellie Kemper) y sus amigas durante quince años en un bunker haciéndoles creer que el mundo se había acabado. El documental presenta al reverendo como la víctima.

2) GLOW: 2x08 La gemela buena. De nuevo Netflix se marcaba otro capitulazo este verano con la segunda temporada de GLOW. Lucha libre de la buena. En el argumento, las chicas del wrestling están al borde de la cancelación tras la negativa de una de ellas (Alison Brie) de acostarse con el productor. Relegadas al horario de madrugada, el equipo decide poner toda la carne en el asador y rodar un programa muy especial. Un capítulo muy loco en el que la falta de presupuesto se suple con una imaginación desbordante. El grupo de mujeres lucha por su dignidad y porque su programa no desaparezca. Parece como si su grito de guerra fuera: "Es un programa de mierda, pero es nuestro programa de mierda". El episodio en sí es el programa tal cual habría sido rodado y montado para su emisión. Es todo un homenaje a cómo se hacía televisión en los años 80. La gemela buena es una de las ideas más locas que uno puede ver en televisión y seguro que sus responsables se divirtieron tanto rodándolo como nosotros viéndolo.

3) Girls 6x03 La zorra de America. Durante su temporada final, Girls hizo un alto en todas sus tramas para hacer un episodio autoconclusivo que mostraba el embrión de lo que luego se convirtió en el movimiento Me Too. El personaje que interpreta Lena Dunham (Hannah Horvath) acude a entrevistar a un famoso escritor sobre el que pesan varias denuncias de agresiones sexuales. Mathew Rhyss (el protagonista de The americans) es el encargado de interpretar a esa celebridad denunciada por jovencitas que cayeron en las redes de una persona que admiraban. Hannah acude más que para entrevistar, para enseñar el dedo acusador. Poco a poco, va sucumbiendo ante los encantos del escritor y cuando ya ha conseguido sentir empatía y empezar a plantearse que es es inocente, éste acaba poniéndole el pene en la mano.

4) Twin Peaks 3x08: ¿Tienes fuego? Aunque ya hablamos de este episodio el año pasado, es imprescindible recordarlo en un post como éste, ya que su nivel de transgresión sigue todavía sin ser superado. Comienza como un episodio más de Twin Peaks y, aunque uno ya estaba acostumbrado a las rarezas de David Lynch, no tarda mucho en elevar la expectativa de rareza. El vídeoarte se cuela en los televisores para mostrar una metáfora del día en que el mal se desató por el mundo. Un evento que Lynch sitúa en los primeros ensayos de la devastadora bomba atómica durante los años 40.

5) Bojack Horseman 3x04 Como pez fuera del agua. En un mundo donde hay animales que hablan, a alguien se le ocurrió la genial idea de ambientar un episodio debajo del mar en una ciudad habitada por peces. En la tercera temporada de esta serie de animación para adultos de Netflix, Bojack se encontraba en plena carrera por conseguir el Oscar y yendo de gala en gala, entre ellas el Festival de Cine del Oceáno Pacífico. En el capítulo vemos una Nueva York acuática en la que, precisamente por estar bajo el agua, el protagonista es incapaz de poder hablar. Este episodio mudo se convierte en toda una metáfora sobre la incomunicación. al tiempo que, pese a ser totalmente atípico, logra mantener la esencia de esta serie.

6) Juego de Tronos 6x09 La batalla de los bastardos. Este año no hemos tenido dosis de Juego de Tronos y para calmar el mono recordamos uno de sus momentazos. Con este episodio nos dimos cuenta que una de las series más épicas de todos los tiempos llegaba a su final. Tras el espectacular regreso de Jon Nieve, buena parte de la sexta temporada fue la preparación para el enfrentamiento de los Stark contra los Bolton. Es el momento en que los Stark recuperan Invernalia en una espectacular batalla, en la que esta familia deja de ser la más puteada de los Siete Reinos y empieza a devolver los golpes que ha venido recibiendo. Ramsay Bolton se había convertido en uno de los villanos más odiados de la serie y ya teníamos ganas de que le pararan los pies.