¿Somos diferentes los valencianos en cuanto al consumo de televisión? Pues no mucho, según se desprende de un informe que acaba de publicar la consultora Dos30' con datos de Kantar Media de 2019.

Desde luego, nada originales en cuanto a cadena preferida: estamos entre las 12 autonomías donde Telecinco copa el primer puesto y son los asturianos y los canarios los más adictos a la realidad formateada de los Sálvame, Gran Hermano y sucedáneos.

Tampoco discrepamos en relación a la emisión con más espectadores, esta vez por razones de peso. Las competiciones deportivas triunfan en ocho territorios (Copa del Rey de fútbol 7- Mundial de Baloncesto 1). Además de en la Comunitat, la final que ganó el Valencia CF fue lo más visto en Cataluña y Euskadi.

Sin embargo, la semifinal entre Real Madrid y Barcelona obtuvo más seguidores en las otras cinco comunidades con mayor afición al fútbol. En Canarias, La Rioja, Navarra y Cantabria reinaron las Campanadas de fin de año, siendo estas tres últimas las únicas sin ninguna retransmisión deportiva en el podio.

En Castilla-La Mancha adoran Eurovisión y en otras cuatro auparon a los debates electorales de abril del novedoso cuarteto Sánchez-Casado-Rivera-Abascal en pantalla, entre ellas Murcia, donde, en proporción, más interés por la política demostraron de toda España.

Como solo aparecen las cinco cadenas en cabeza, con su 2,1% de cuota de pantalla media el año pasado, À Punt no entra en ese club de las más queridas. No es la única autonómica de titularidad pública que se queda fuera. También IB3 en Baleares con un 3,5 o Telemadrid, aunque esta anda cerca de ser admitida ya que cerró 2019 a unas décimas de Cuatro.

En Cataluña TV3 lidera la tabla; en País Vasco, Navarra -con ETB y Galicia, se colocan cuartas, como Canal Sur, Aragón TV y Canal Extremadura. Las de Castilla La Mancha y Asturias también se cuelan en quinta posición. Unas con lengua propia y otras sin ella. La frialdad del audímetro es igual para todas y sea quien sea el elegido para dirigir la Corporació Valenciana de Mitjans de Comunicació, Francesc García Donet o Alfred Costa, habrá de conseguir que muchos más valencianos sintonicen À Punt, más allá de temporales, fútbol y Fallas.

Un reto complicadísimo porque dejar el farolillo rojo escapando de la irrelevancia informativa y del desinterés por el entretenimiento es, aquí y ahora, no solo una cuestión de programación, sino de sentiments, mucho más difíciles de manejar.