La Audiencia Provincial Civil de Madrid ha condenado a Prisa a pagar a Mediapro una indemnización por daños en la denominada "guerra del fútbol" por importe de 51.035.825,5 euros.

El auto judicial, firme y no recurrible, evalúa en esa cantidad los daños causados a Mediapro por las medidas cautelares que Prisa solicitó al Juzgado de Primera Instancia número 36 de Madrid, y que se concedieron en octubre 2007, prohibiendo al primero de los grupos de comunicación citados la explotación de los derechos audiovisuales de clubes de fútbol de los que era titular.

La Audiencia Provincial de Madrid revocó en julio de 2008 dichas medidas cautelares y el auto conocido ahora "reconfirma la ilicitud de las pretensiones" de Prisa tras casi diez años de conflicto, ha señalado Mediapro en una nota.

Por su lado, fuentes de Prisa han señalado a Efe que "están evaluando todas las acciones legales posibles" en respuesta a esta sentencia.

Además, han recordado que la Audiencia Provincial de Barcelona aún tiene pendiente pronunciarse sobre una demanda interpuesta por Prisa por "el uso ilícito de Mediapro de los derechos audiovisuales en las temporadas 2007-08 y 2008-09" y reclaman 85 millones de euros por los daños sufridos.

Por último, las fuentes han querido aclarar que este fallo no tiene ningún efecto en "el acuerdo de refinanciación" de Prisa.

La historia de este conflicto se remonta a agosto de 2007, cuando Prisa acusó a Mediapro de incumplimiento contractual y dejó de darle la señal de los partidos de fútbol para sus clientes, en concreto, para las televisiones en abierto y la distribución internacional, ha recordado Mediapro en su nota.

Prisa pretendía que Mediapro no firmase contratos por su cuenta con clubes de fútbol, pretensión ésta contraria a las leyes de la competencia.

En enero de 2015, la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo, por unanimidad de sus cinco magistrados, dictó sentencia a favor de Mediapro y declaró nulos los contratos de julio de 2006 por los cuales Prisa reclamaba más de 320 millones de euros a Mediapro, lo que desencadenó la "guerra del fútbol".