Los Simpson, Bob Esponja, Pikachu, Winnie de Pooh, Piolín, Minions... Todos ellos tienen en común que son personajes animados y que su color característico es el amarillo. ¿Pero por qué abunda tanto esta tonalidad en los dibujos más populares de la tele? ¿Coincidencia, pasión por este color o hay alguna razón oculta tras la elección?

En primer lugar, conseguir el color carne es complicado de conseguir pero con la tecnología de la que disponemos actualmente este asunto se puede resolver fácilmente. Según Jacob Atkinson del canal Channel Frederator, youtuber especializado en televisión, la elección del amarillo tiene mucho que ver con la psicología del espectador y también con las posibilidades del formato televisivo.

Uno de los motivos a la hora de elegir el amarillo está basado en la teoría del color. El modelo utilizado en televisión es el RGB (rojo, verde y azul). Según este sistema, el amarillo combina bien con el azul, característico de grandes espacios como cielo o mares. ¿Quién no tiene presente los firmamentos bajo los que suceden las aventuras de Homer Simpson; o el océano donde vive Bob Espona?

Otro de los motivos por los que muchos personajes animados son amarillos es por las sensaciones que emana este color en las personas: alegría, felicidad, calidez, dinamismo, actividad... Por no hablar de que al tratarse de un color tan estridente capta de forma inmediata la atención del espectador.

Por último, el amarillo tiene una propiedad particular respecto al ojo humano y es que no puede ser confundido del todo por alguien que sufra daltonismo. Por lo que crear un personaje de este color lo hace único e imperdible.

El amarillo tiene razones de peso para estar presente en nuestras series de animación favoritas, y no sólo dando vida a sus protagonistas. Si analizamos mejor los dibujos animados, veremos que el color del sol también abunda en decorados y objetos presentes en las series.