Hungría no participará en el próximo concurso de Eurovisión 2020. La decisión no está exenta de polémica, ya que se debe a que el Gobierno de Viktor Orbán considera el certamen eurovisivo "demasiado gay" y una "flotilla homosexual", tal y como publicaba el diario británico 'The Guardian' a partir de unas declaraciones de los representantes de la cadena pública estatal, MTVA, que afirman que entre los empleados la creencia es que la asociación con la cultura gay del festival está detrás de la retirada.

Esta decisión se suma a la línea de no apoyar los eventos del Orgullo Gay en Budapest ni los que estén relacionados con el LGTBI+Q. Asimismo, se opone al matrimonio de parejas del mismo sexo.